domingo, 30 de diciembre de 2012

Adiós, 2012

Hola, hola!
Lectores y amigos queridos, les escribo desde la bella Colombia.
Llevo un par de semanas por aquí, feliz de volver a sorprenderme con nuevas palabras, acentos, modales, caras, paisajes, colores y frutas. En un próximo post escribiré más sobre mi viaje por este país.
El 20 de Enero, 2013 tendremos una clase intensiva de Raw Food en la ciudad de Bogotá y el 25 y 26 de Enero, en Medellín. Estaré compartiendo la información de ambas pronto!

Quiero dedicar unas palabras hoy a muchas personas que me escriben preguntándome qué hacer, qué comer, cómo comerlo, qué no comer, por qué es más recomendable tal acción que tal otra para sanar.... uf! Tantas preguntas he recibido, especialmente este último año, viajando y conociendo un montón de nuevos amigos por el mundo...  Con tantas interrogantes dando vueltas en temas de salud (y tantos más), me doy cuenta que es hora de despertar para muchos, abrir los ojos del alma y descubrir que hay un camino que se nos ha ocultado por años. El camino de la luz. Con luz me refiero a todo lo que va en sintonía con la armonía de la vida, sus mensajes, sus claves, sus mecanismos naturales de acción.




Todo lo que existe en el universo, sea material o no, existe por alguna razón. Y cumple un propósito en este universo. De ser otro modo, no existiría. Y hay una ley que va detrás de todo lo que ocurre. Para mi es la ley de la vida. Hoy comprendo que las cosas "funcionan", cuando respetamos este código de leyes naturales, es decir, actuamos en sintonía al natural fluir de la existencia. Y me doy cuenta claramente que cuando actuamos sin respetarlas, la consecuencia inmediata o tardía, son las dificultades. Enfermedad, tristeza, rencor, angustia, peleas, caos,estrés, vacío del alma...

Comprendo que a esta vida venimos a aprender. Que si bien en nuestro interior llevamos el "mapa" y las pistas esenciales para ganar cualquier batalla, el mundo contemporáneo nos aleja de estos. Y desde que nacemos nos enfrentamos a un montón de desafíos. Muchas veces erramos, y no está mal. También creo que se espera que así sea. Al errar podemos aprender de forma concreta, aunque a veces duela. Finalmente, si venimos a este mundo como seres humanos, siento que es para aprender a ser "humanos", caer, llorar, temer, luchar, amar, reir, disfrutar, compartir, crear, liberar, evolucionar, ser....


Como especie, siento que hemos errado de forma grave los últimos 20 siglos. Haciéndonos daño a nosotros mismos, a otras especies, a nuestra tierra. Permitiendo que el ego y su afán por competir nos domine. Y bueno, hay que errar para aprender, y aprender para reparar, reparar para crecer y crecer para evolucionar. Ya erramos suficiente. ¿No creen?  Para mi y sé que para tantos más, es hora de hacer las cosas bien. De despertar, de re-conectarnos con esa inteligencia interna que siempre nos habla y está aquí para guiarnos. Para re-conectarnos con el amor, que brota en cada ser vivo, cada segundo, y dejarlo fluir por nuestra alma, por nuestra consciencia. Que sea el amor el que nos motive cada día a levantarnos y disfrutar de esta vida. Que sea la libertad la que nos lleve a actuar, y no el sentir que no hay otra opción. Que no hay otro camino. Siempre hay otro camino.




El sistema social, económico, político, cultural, en el que vivimos, no es más que la suma de las acciones de todos los que pertenecemos a él. Nosotros le damos poder para aturdirnos con mensajes pesimistas y autodestructivos cada día, a través de noticias fatales, de publicidad mentirosa, que fomenta los complejos sociales y físicos, atacando el ego, para que ese "sentirme inferior" me mueva a comprar lo que sea que me están vendiendo ahora. Ya sea un objeto, una marca, un concepto. La competencia desenfrenada por ser más, por tener más, por estar a la altura del otro... el vivir pensando en lo que tengo que hacer para poder vivir en este mundo como se espera que vivamos... tanto estrés y tanta angustia humana para poder "sobrevivir". Y para qué hablar de las diferencias sociales y la pésima distribución de los recursos que existen hoy en el planeta. Tanta pobreza y al mismo tiempo tanta acumulación de riqueza.
Una frase célebre de Ghandi viene a mi mente: "La Tierra tiene lo suficiente para satisfacer las necesidades de TODOS, pero no las ambiciones de unos cuantos". 
Estoy segura que si distribuyéramos más equitativamente los bienes y la tierra entre todos, se acabaría el hambre en el mundo y el sufrimiento de millones de personas que no tienen acceso siquiera a insumos básicos como agua y techo.


Este sistema no permite que vivamos libremente, pensando por nosotros mismos, haciendo lo que nos gusta, basando nuestras decisiones en el amor que sentimos y el bienestar real que nos generan, sintiendo las emociones que llegan como deben venir, sin reprimirlas, disfrutando la vida, aprovechando tantos regalos que la misma tierra nos ofrece.





En relación a la salud, no puedo dejar de mencionar el hecho de que desde que nacemos comenzamos a ocultar la capacidad que nuestro instinto natural tiene para guiarnos sobre qué nos beneficia, como especie, y qué, no. Todas las especie nacen con esta capacidad, y así, "saben" (aunque tal vez no sea algo cognitivo), cómo actuar para estar sanos, y cuando es necesario, para sanar. Así como los perros saben que si contraen una enfermedad intestinal, lo correcto es comer hierba para limpiar el intestino, el ser humano también cuenta con un sistema de "brújula" para sanar de cualquier enfermedad. Pero como desde que nacemos nos llenan de medicamentos químicos, alimentos tóxicos, vacunas, agua llena de metales pesados, radiaciones dañinas, exámenes médicos, etc, etc, etc, nuestro instinto sanador se ve confundido, socavado, agredido, deprimido. Y por esta razón, dependemos habitualmente de las pastillas y los doctores para andar bien. Es esto sensato?? Es esto inevitable?? Tanto sufrimiento humano causado por "enfermedades" en nosotros y nuestros seres queridos. Tantas vidas perdidas, tanta vida perdida.

Y para qué hablar del sufrimiento de nuestros hermanos animales, que hemos decidido clasificar como "inferiores" (qué conveniente, ¿no?) para sentirnos más tranquilos a la hora de arrebatarle las crías a las madres, abusar físicamente de ellos, tratarlos como objetos inertes, explotarlos lo máximo posible para tener más ganancias económicas (aunque nos hagan creer que es para combatir el hambre en el mundo) , y finalmente, asesinarlos para convertirlos en un producto de consumo humano, eliminando sin derecho alguno toda posibilidad de ser feliz que ese animalito pudo haber tenido.




Me duele en el alma todo esto. Y tanto más. Y me duele aún más saber que existe otro camino y que muchos han sido tan bien dopados, engañados y convencidos, que no lo pueden ver.

Si abrimos los ojos y empezamos a limpiar nuestra mente de tanta basura, de tantos prejuicios, mitos, mentiras, de tanto miedo, desesperanza, desesperación, locura, oscuridad. Si de pronto logramos ver que nuestro ego nos está llevando por un camino ficticio, de poca realización personal, y mucho aparentar, vivir en la superficie....... Si logramos desintoxicar nuestra mente y volvemos a conectarnos con nuestra esencia, que es salud, es vigor, es bondad, es creatividad, es libertad, es respeto y consideración por nuestro entorno y nuestra felicidad....Si comenzamos a oír y a ver lo que nuestro cuerpo está diciéndonos, a respetarlo, a cuidarlo, a amarlo. Entregándole los alimentos que está diseñado a recibir, el aire, el agua, el sol, los abrazos, el cariño, el descanso, el deporte, las risas, la paz, los sonidos, que espera recibir....

Entonces, vamos a sanar. Es puro sentido común. 
Entonces viviremos en armonía con la naturaleza y con nuestra esencia. Y podremos aprovechar cada día de nuestra vida como un tesoro que nos permite experimentar el todo y ser felices. Crecer. Errar. Aprender. Evolucionar. 

Esto es ser consciente. Estar al tanto de lo que estamos haciendo, por qué lo estamos haciendo, qué consecuencias traerá lo que estamos haciendo. Y reconocernos humanos, no perfectos (o perfectos con todas nuestras imperfecciones y limitaciones), con una tremenda capacidad de crear la vida que queremos vivir. Si realmente lo deseamos. 

Este año para mi ha estado lleno de despertares, de desafíos, de regalos. Y no puedo dejar de agradecer.
Conocer nuevos países, culturas, amigos, formas de vivir, me ha mostrado que la vida es un tesoro y que si la hemos recibido, es un pecado desaprovecharla, una pérdida. Es hora de despertar, de disfrutar, de crear. Y de agradecer sin duda a nuestra madre tierra tan generosa y bendita, que siempre nos recibe como hijos amados.




Quiero agradecer a todas las personas que me han recibido y han compartido conmigo este camino. A tantos nuevos alumnos latinos, a tantos nuevos amigos del alma. Agradecer tantas enseñanzas, sencillez y tanta nobleza. Y felicitar también a todos los que hoy sienten que ya ha sido suficiente el sufrimiento y la pérdida de vida y que el cambio es posible e inmediato, si así lo deseamos.

Hay otro camino y depende de nosotros cuál elegimos. Nadie dice que es fácil. Pero toda dificultad trae la semilla de su solución.




Bendiciones, salud, amor, humildad, confianza, sinceridad, respeto, sencillez, felicidad, realización, diversión, paz, libertad, desapego, abundancia, aprendizajes, evolución!
Son mis deseos para todo quien esté leyendo este texto y para los miles de seres que habitan este universo.
A cerrar un año con lo que nos gustó y lo que no, y disponernos a recibir el nuevo ciclo con magia y confianza. Permitirnos vivir lo que deseamos vivir es el primer paso. Creer es Crear. 


¡Que así sea!







www.chirimoyalegre.cl

1 comentario:

  1. Gracias Belén, por tan enriquecedoras palabras. Es verdad este camino no es fácil, pero las recompensas son enormes y satisfactorias.
    Te deseamos un maravillo despertar en este 2013, lleno de enseñanzas.
    Un fuerte abrazo,
    Sandra
    Bendita Tierra Sanadora

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