Durante el verano pasado pensaba en lo mucho que disfrutaba mis comidas frutales y temía lo que podía suceder en el invierno siguiente, osea, ahora. Además del frío que contrae y paraliza todo, me daba miedo el no tener suficiente cantidad y tipos de fruta para alimentarme sin problemas. Porque, claro, en el verano chileno tenemos sandías, melones, damascos, duraznos, frutillas, frambuesas, moras, arándanos, uvas de varios tipos, higos, mangos, plátanos y piñas importados, tunas, mmmmm tantos sabores, aromas y texturas diferentes!
Comer pura fruta en épocas fértiles y de calor, es un agrado.
¿Y en épocas de frío?
Me he llevado la buenísima sorpresa de descubrir que también en invierno es un gusto basar mis comidas en frutas. Quizás porque comencé esta transición frutal durante la primavera, y ya después de más de 7 meses, le agarré el ritmo y la práctica sin esfuerzo. Pero también, porque en Chile somos privilegiados por ser tierra de frutas y verduras. Comparado a muchos países, Chile produce muchísimos alimentos vegetales durante todo el año, y eso permite que los precios no sean muy elevados.
Muchas personas creen que comer sanamente es difícil, es caro y es un suplicio.Yo quiero demostrarles a través de las publicaciones y talleres que hago que no es así. Al contrario! Vivir sanamente es simple, es rico, es asequible. Sólo debemos aprender a hacerlo.
A mi me ha tomado varios años este aprendizaje, probando, errando, mejorando, hasta sentir que el tema de la alimentación saludable lo domino y me fluye casi sin esfuerzo practicarlo. Es parte de mi estilo de vida y así como para la mayoría , lavarse los dientes antes de dormir es una práctica incuestionable, el comer sanamente lo es para mi también. Quiero que sea así para todo el mundo.
La fruta y los vegetales crudos contienen un montón de nutrientes, enzimas y energía vital, que si sabemos utilizar, pueden traernos enormes beneficios a la salud, estado de ánimo, regulación del peso y energía. ¡Aprenda!
Si usted va a comer frutas, considere los siguientes consejos:
-Cómala siempre con el estómago vacío. Si la come después de comer algo, la fruta va a empezar a fermentar, liberará muchos gases y toxinas, y además de usted sentirse pesado o adolorido, va a absorber y asimilar muy pocos de los nutrientes que esa fruta posee.
-Cómala sola! La fruta no debe mezclarse con otro tipo de alimento (con excepción de las hojas verdes), ya que sus enzimas son incompatibles con las de otras comidas, y además, fermenta muy rápido si hay sustancias de otro origen que enlentecen su tránsito por el aparto digestivo.
- Aprenda a combinar: Frutas dulces pueden combinarse con frutas dulces. Frutas ácidas, con frutas ácidas. Y frutas neutras (manzanas, pepino verde) con ambas. Cuando mezclamos frutas dulces con frutas ácidas, la acidez neutraliza la acción de las enzimas de frutas dulces, y se genera mucha fermentación.
- Si va a hacer una comida de frutas, entonces coma MUCHA fruta. Si va a desayunar naranjas, no pretenda con 1 naranja quedar satisfecho, o que vaya a obtener todos los nutrientes que necesita. Comer fruta en serio requiere de la nueva práctica de aumentar la cantidad de ella que comemos para: saciarnos por varias horas, recibir los nutrientes que necesita nuestro organismo, obtener energía suficiente para llevar nuestra vida diaria. Comience con unas 3 o 4 porciones (por ejemplo, 4 naranjas), y con los días, vaya agregando más. Coma hasta quedar saciado, y que esto dure unas 3 o 4 horas al menos.
- Mastique bien. No por ser frutas se deben meter a la boca y tragar. Al contrario. Es primordial masticar muy bien cada bocado, hasta convertirlo en una sopa, para que la saliva envuelva todo el alimento y sus enzimas empiecen a digerir correctamente carbohidratos (azúcares) y grasas.
- Espere un par de horas antes de volver a comer. Permita que su cuerpo digiera bien lo que ha comido, y evite mezclas intestinales que le traerá molestias posteriores.
- Ábrase a lo nuevo y disfrute!! Comer frutas es delicioso cuando empiezas a sanarte. Estamos tan acostumbrados a comer alimentos artificiales con sabores hiper intensos y saturados, que al probar alimentos naturales como frutas orgánicas, su sabor no lo sentimos a cabalidad y comparativamente, no son tan "ricos". Pruebe el comer un tipo de fruta a la vez, (como la receta próxima que subiré) por ejemplo, durante los desayunos, y perciba día tras día, cómo va cambiando su sentido del gusto, percibiendo un sabor mucho más grande y agradable con el pasar de los días, hasta volverse fan del kiwi, del mancaqui, de los plátanos, naranjas, pepinos y manzanas.
- Compre en ferias, ecoferia y mercaditos. Las frutas que llegan al supermercado generalmente no tienen gusto a nada. Han sido congeladas por mucho tiempo, fueron cosechadas cuando estaban demasiado verdes (no maduras), y yo temo que sean todas transgénicas. Las frutas y alimentos que venden en ferias, ferias orgánicas y mercados más familiares generalmente son mucho más ricos, olorosos, no llevan mucho tiempo guardadas desde que fueron cosechados y son más naturales. Además, comprando en pequeñas ferias apoyamos la agricultura no masiva/orgánica y evitamos que insumos tan importantes como los alimentos pasen a ser productos obtenidos sólo por grandes industrias de agricultura masiva, que poca atención pone a la inocuidad de los pesticidad utilizados y al nivel nutricional de lo que entregan.
Revisen mi próximo post, porque les contaré cómo son mis desayunos estos días invernales :)
Saludos a todos y que tengan una muy buena semana!!